Sorpresas te da Manila

A Manila llegamos sin esperar gran cosa, una ciudad enorme, una de las mas pobladas de toda Asía, con mucha pobreza y no mucho que visitar. Sin embargo, Manila fue la considerada “perla de Asia”, de eso hace ya algunos siglos… las cosas han cambiado, ¿quedará algo de esa resplandeciente ciudad?

Las primeras impresiones no pudieron ser peores, ya en el metro de camino al hotel nos aviso una chica “mucho ojito con los filipinos, no os fiéis de nadie”… 2 minutos después en la calle, en el primer paso de peatones que cruzamos Lety es objeto de un intento de atraco… cuando notó un tirón en la mochila y miró para atrás y había un ladyboy que disimulaba silbando y mirando hacia otro lado. Que mal! Nos invadió una sensación de inseguridad que jamás habíamos tenido en estos 8 meses de viaje. Y no ayudo a ello darnos cuenta de que nuestro hotel estaba encima de un bar algo sospechoso, al menos la cama era súper cómoda!

Quisimos alejarnos un poquito de todo el follón y dar una vuelta por el paseo marítimo y el parque central, aunque ni aquí se dejaban de ver los omnipresentes jeepneys, casi siempre repletos de personas (otra cosa no, pero los filipinos están en continuo movimiento). En el parque visitamos el patíbulo de Rizal, que homenajea a este escritor héroe nacional, el cual fue asesinado por los españoles, acojonaitos por lo que pudiera escribir (vamos que El Jueves no hubiera durado ni dos números aquí).

Otra alternativa al lío de las calles son los centros comerciales! Que novedad! Al menos aquí si hicimos algo diferente, aprovechamos que el director favorito de Lety ha sacado nueva peli y que aquí las ponen en versión original (aunque tampoco ayudo demasiado :P) y fuimos al cine! Después de tanto tiempo! Aunque no pudimos hacer esas sesiones dobles de Barcelona.

Pero para el final de nuestra estancia, Manila nos tenia preparada una gran sorpresa: Intramuros. Es la zona histórica amurallada que conserva edificios de la época colonial española, y aunque algunos de ellos fueron destruidos por los japoneses después de la II GM, todavía conservan ese toque castellano que nos llevó a creer estar paseando por las calles de Zamora, solo faltaba la prima Shuli posando para las fotos.

Es como un país diferente, el caos da paso a la tranquilidad, calles limpias, edificios castellanos, calles empedradas, placitas en los cruces,  iglesias, la catedral… y al final un fuerte se levanta en la vereda del río, por momentos me pareció estar delante del Duero.

INFO ÚTIL

Transporte ¿Cómo llegar a Manila? 

Llegamos en avión desde Puerto Princesa. Para llegar a la zona de Malate-Ermita cogimos primero un bus a la salida del aeropuerto que deja en ESDA (es una estación de buses), cuesta 20 P. Allí, se sube al LRT por las escaleras de al lado del McDonald y nos bajamos en la parada Pedro Gil, nos costó 15 P. Para volver al aeropuerto cogimos un taxi en la Av. Roxas (van mas rápido) por 140 P, unos 20 minutos.

Alojamiento ¿Dónde dormir en Manila?

En esta zona hay varias opciones, aunque todas bastante caras. Nos quedamos en el hotel Amazonia, en la calle Santa Mónica número 470 por 765 P la noche, habitación con ventilador, baño, wifi y TV. Aunque estaba encima de un bar era bastante tranquilo, quizá algún ruido de tacones a las 3 de la mañana algo sospechoso. En la zona hay otras GH con habitaciones más baratas pero mucho mas cutres.