Dejamos atrás la legendaria Petra con la intención de hundir los pies en la arena del descubrir todo lo que hay que ver en Wadi Rum. Por este inhóspito valle de montañas imposibles y dunas rojizas campaba a sus anchas Lawrence de Arabia, aunque hoy los caminos están llenos de 4×4 que prometen aventuras y paisajes de otros mundos a los turistas. Y vaya si las promesas se cumplen…
Arena roja, rocas de granito, sol, sombras y flores minúsculas y moradas. Cañones, arcos de piedra, árboles desnudos, tiendas de beduinos, huellas en la tierra, viento y silencio. Quien dice que en el desierto no hay nada, no se ha parado a contemplarlo.
Contenido que vas a encontrar
Qué ver en Wadi Rum
Si ya leíste nuestro post de «Cómo visitar el desierto de Wadi Rum» ya sabrás que la mejor forma es haciendo un tour en 4×4 que, a lo largo del día, te lleva a descubrir algunos de los principales atractivos de este desierto marciano. En este artículo vamos a centrarnos en las paradas que nosotros hicimos en el tour de 8 horas, en el mismo orden. O lo que es lo mismo, los lugares imprescindibles que ver en el desierto de Wadi Rum:
⭐ Pero antes, echa un vistazo a estos consejos para visitar el desierto de Wadi Rum
1. » Seven Pillars of Wisdom» y montañas de la entrada
Estas no se visitan con el tour sino que se encuentran antes de llegar al pueblo y justo tras pasar el Visitor Center. La primera formación a la que tienes que prestar atención se conoce como «Seven Pillars of Wisdom«, en honor al libro autobiográfico del coronel británico T.E. Lawrence, el que a la postre sería una de las grandes figuras de la Rebelión Árabe de 1916 contra los turcos.
Adentrándonos en el valle, nos encontraremos rodeados por dos enormes macizos, uno a cada lado: el de nuestra izquierda es el Jabal Umm ‘Ishrīn (1.733 m) y a continuación el de la derecha se llama Jabal Ramm (1.734 m) y son, ni más ni menos, que el segundo y el tercer picos más altos del país.
2. Lawrence Spring
Se trata de un manantial que brota en mitad de una montaña (cuando decimos en mitad, es que es en mitad), cuyas aguas se vienen aprovechando desde hace siglos para dar de beber a los camellos (verás unas cañerías negras en la ladera de la montaña que llevan el agua hasta los abrevaderos al lado del parking).
Para verlo hay que trepar de roca en roca, cual cabra montesa, siguiendo tu propio instinto aventurero (yo no encontré un sendero que seguir). Es bastante extenuante y por qué no decirlo, peligroso (vi varias caídas sin consecuencias). ¿La recompensa? Las espectaculares vistas, porque lo que es el manantial en sí no tiene nada.
Abajo, cerca del parking, se pueden ver unas antiguas inscripciones nabateas grabadas en la roca.
3. Duna Roja
Es una de las pocas dunas con un tamaño considerable que veremos durante nuestra visita al Wadi Rum. Podrás escalar sobre ella y, mientras tus pies se hunden en la preciosa arena roja hasta las espinillas, disfrutarás de las vistas.
Si no te apetece llenarte las zapatillas de arena, en esta misma parada alrededor de la duna hay varias rocas donde subir sin apenas dificultad y tener una panorámica completamente maravillosa de lo que significa el Wadi Rum, un paisaje de otro mundo.
Muy cerquita de allí podremos ver las que se conocen como inscripciones de Anafishiya, un conjunto de antiquísimos petroglifos con las siluetas de animales, hombres y caravanas de camellos.
4. Khazali Canyon
A 5 minutos en jeep se abre paso este estrecho cañón que divide una montaña de granito en dos. En las paredes de la entrada y del interior hay grabados algunos petroglifos de época nabatea y anteriores, cuyo significado te explicará tu guía si es majete (aunque lo normal es que te suelten en cada sitio y te den tiempo libre).
A diferencia de otros Siq, éste no tiene salida, por lo que tendrás que darte la vuelta cuando llegues a una pequeña poza que recoge agua de lluvia y que los nómadas del desierto suelen utilizar para dar de beber al ganado.
5. Little Bridge
Existen varios puentes naturales a lo largo de todo el desierto y el de la siguiente parada, como su nombre indica, es de los pequeñitos. Pero ojito, no lo subestimes… tanto su forma como su entorno son una pasada!
Se puede cruzar de un lado a otro, pero hazlo en turnos, por dos motivos: el primero es para no salir con otra gente en la foto que luego publicarás en tus redes sociales. Y el segundo y más importante es que este tipo de estructuras naturales sufren bastante con el peso, por lo que es recomendable no jugársela. En realidad lo ideal sería que nadie caminara sobre él, pero si lo vas a hacer, al menos que no sea con otras 10 personas a la vez.
6. Lawrence’s House
Dicen que en esta casita Lawrence de Arabia descansaba en sus incursiones en el desierto. Históricamente tiene su atractivo, pero visualmente no deja de ser un par de muros derruidos en el costado de una roca.
Sin embargo, si subes a la parte superior de la montaña que hay tras ella, vas a disfrutar de una de las mejores vistas de Wadi Rum.
7. Parada para comer
No siempre es la misma, de hecho dependerá de tu guía y de la «disponibilidad de los sitios». Nos explicamos: en estos tours es el propio guía el que prepara un picnic improvisado, así que necesitará encontrar un lugar adecuado, con sombra, al refugio del viento y llano, en el que cocinar las delicatessen del desierto.
¿Qué se come? Mmmmm, iba a decir un guiso, pero más bien es un mejunje de judías pintas de lata, tomate de lata, pimientos de lata y atún de lata. Ah, si, y para picar hummus de lata y pan (casero, al menos no es Bimbo!). Cuando hablamos con gente de otros grupos nos dijeron que también les habían deleitado con semejante menú degustación. Vamos, esta nos parece una de las cosas a mejorar del tour :-p
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8. Mushroom Rock
Es uno de los lugares más populares de todo el desierto y consiste básicamente en una roca en forma de champiñón gigante. Nada más que añadir.
9. Burdah Canyon
Se trata de otro cañón, éste mucho más amplio, cubierto de arena de tonalidades más claras que el resto del desierto (suponemos que por la composición de las rocas que hacen de pared). La caminata es corta (1-2 km) y como en el anterior, hay que regresar por el mismo sitio por donde se entra.
Si ya estás un poquito cansado, no te pierdes demasiado si te quedas haciendo el vago mientras esperas al resto del grupo (no seremos nosotros quienes te juzguen).
10. Abu Khashaba Siq y sandboarding
Es una de las paradas más curiosas que ver en el desierto de Wadi Rum y de las que más disfrutamos. No solo por el lugar en sí, un precioso cañón que hay que atravesar no sin cierto esfuerzo para superar una zona de rocas, sino porque lo hicimos acompañados de un grupito de señoras de Barcelona súper simpáticas! Este cañón es el único de los que se visita que tiene salida, por lo que te dejan en un lado y el jeep te recoge en el otro.
Pero la sorpresa positiva del otro lado no solo es que no tengas que caminar más, sino que verás ante ti una enorme duna de arena rojiza en la que lanzarte sobre una tabla para romperte dos piños y una costilla. Si no quieres tener que llamar al seguro Iati, mejor tírate de culo.
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11. Umm Frouth Bridge
Un espectacular arco de roca a una altura considerable que te quitará el aliento, no solo por las vistas desde arriba, sino también por el calentón para subir. Es una de las atracciones más impactantes del Wadi Rum.
Al programarse esta visita un poquito antes del atardecer, suele concentrarse bastante gente, por lo que le quita un poquito de magia, pero el lugar sigue siendo una locura total.
Hay otro puente conocido como Burdah Rock Bridge y considerado el más alto del desierto, sin embargo no hay acceso al mismo y solo se puede ver en la distancia.
12. Sunset point + té beduino
Llegamos al final del tour por Wadi Rum, y nada mejor que despedirse de este increíble escenario contemplando un atardecer de película. Como ocurre en el momento de la comida, será el guía el que tenga unos cuantos puntos marcados, normalmente sobre alguna roca sencillita que escalar, y te llevará al que considere oportuno.
Es sin duda el instante que se te quedará marcado en tu retina para el resto de tu vida… Y que se disfruta todavía más con un tecito caliente que el guía te habrá preparado.
Extra. Jabal Umm ad Dami
Cerca de la frontera con Arabia Saudi, en el extremo sur del desierto, se eleva esta montaña de granito hasta los 1.840 metros, lo que le vale para ser el pico más alto de Jordania. Se organizan excursiones en jeep para, una vez en la falda de la montaña, iniciar un trekking de 2-3 horas que te lleva a la cumbre.
Es un plan que puede ser interesante si te quedas un par de noches en Wadi Rum. Si te suena bien, puedes reservar la actividad aquí.
A estas altura del día, estarás reventado, lleno de arena roja en las zapatillas y bronceadito (no te olvides la crema solar!). El tour acaba aquí, pero la noche es joven, aún te faltará descubrir tu campamento, cenar (esta vez sí que será un banquete, nada de latas de atún XD) y disfrutar de la noche en Wadi Rum, especialmente si no hay luna llena. Este lugar es sencillamente espectacular, ya lo verás… Por nuestra parte solo nos queda desearte una feliz aventura!
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