Tenemos que reconocer que casi no habíamos oído hablar de Esuatini (antigua Suazilandia) antes de empezar a planear el viaje a Sudáfrica. Pero cuando vimos que entre Santa Lucia y el Kruger había un pequeño país que alberga una reserva para ver a rinocerontes y un montón de animales más, no nos lo pensamos dos veces. En este post vamos a hablarte detalladamente del Parque Nacional Hlane y de nuestra experiencia haciendo safari por libre y en un game drive al amanecer. Te hablaremos de la historia del lugar, de los animales que podrás ver y te recomendaremos el mejor camp donde dormir.
¿Listo para recorrer la sabana de Esuatini?
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Parque Nacional Hlane: de reserva de caza a área protegida
El Parque Nacional Hlane es el área protegida más grande de Esuatini y ha desempeñado un papel crucial en la conservación de la vida silvestre en el país. Por cierto, ¿sabías que en abril de 2018, el rey Mswati III anunció que el país cambiaría su nombre oficial de Suazilandia a Esuatini? Significa «tierra de los suazis» en suazi, para reflejar mejor su identidad y eliminar la confusión que muchos tenían con Suiza (igualitos, vaya).
Pero volvamos a los animalitos… En 1967, el monarca Sobhuza II de Suazilandia marcó un hito histórico al proclamar la creación del Parque Nacional Real de Hlane, un territorio previamente reservado para la caza real. Este santuario natural, conocido como Hlane —que se traduce como ‘territorio salvaje’ en siSwati— fue un testimonio del compromiso real con la conservación de la biodiversidad local.
Hoy en día, con 300 km2, es la reserva más grande de Esuatini y se compone de paisajes de sabana, con matorrales, bosques de árboles bajos, zonas desérticas y charcas poco profundas. Un ecosistema ideal para albergar una diversidad biológica única, de hecho se trata de uno de los mejores sitios del mundo para poder observar rinocerontes, animal que, tristemente, se enfrenta a una seria amenaza de extinción debido a una combinación de factores humanos (caza furtiva) y ambientales (pérdida de hábitat).
Algunas de estas zonas están atravesadas por pistas de tierra por las que podrás circular libremente (aunque con ciertas restricciones), convirtiéndose en una opción muy interesante para hacer safaris auto guiados en tu propio vehículo y ahorrarte un dinerito, además obviamente de apuntarte a game drives en el centro de visitantes de Ndlovu Camp.
Animales que se pueden ver en Hlane Royal National Park
No, por mucho que te digan, en el Hlane Royal National Park NO viven los Big Five, sorprendentemente el que falla es el menos popular de todos: el búfalo. De igual manera, es complicadísimo ver leopardos, que tendrás que dejar para otro parque como el Kruger. Los grandes protagonistas aquí son los leones, que mantienen en un área específica del parque para su preservación, y los rinocerontes. También es el hogar de otros mamíferos terrestres, como elefantes, hipopótamos, jirafas, cebras, antílopes y una multitud de aves, reptiles e insectos.
Tienes que saber que existen dos tipos de rinocerontes: blancos y negros. El rinoceronte blanco tiene una boca ancha y se alimenta principalmente de pasto. Su nombre proviene de una traducción incorrecta del término «wide» en inglés antiguo, que se refería a su boca ancha, no a su color. El rinoceronte negro tiene una boca en forma de pico, adaptada para comer arbustos y ramas. El nombre «negro» proviene del color oscuro de su piel, que a menudo se ve gris oscuro o negro. Este es mucho más difícil de ver.
Ambos comparten características similares: pueden llegar a pesar entre 1.000 y 2.000 kg, tienen piel gruesa varios cm y cubierta por pliegues, son herbívoros y tienen uno o dos cuernos en la parte superior de la nariz que son su toque distintivo y también su condena…
Caza furtiva del rinoceronte
Los rinocerontes están en peligro de extinción ya que el valor de sus cuernos en el mercado negro es altísimo. En algunas culturas asiáticas, se cree erróneamente que los cuernos de rinoceronte atesoran propiedades medicinales (curar enfermedades o mejorar la virilidad), a pesar de la falta de evidencia científica que respalde estas afirmaciones.
A esto hay que sumar que los cuernos de rinoceronte se han utilizado históricamente como símbolo de estatus y riqueza en algunas sociedades, lo que los convierte en artículos codiciados y valorados. Encima la disminución de las poblaciones de rinocerontes debido a la caza furtiva ha hecho que los cuernos sean aún más exclusivos y, por ende, más valiosos en el mercado negro. Un ciclo sin fin.
Por suerte, numerosas organizaciones y gobiernos están trabajando activamente para preservar estas especies: la lucha contra la caza furtiva y la protección de los rinocerontes es crucial para su supervivencia.
Nuestra experiencia en el Parque Nacional Hlane
Hay dos formas para explorar el parque: a tu aire en coche o alojándote en uno de los dos camps (nosotros nos quedamos en el Ndlovu Camp) y apuntándote a un game drive. Nosotros hicimos ambas y a continuación vamos a detallarte la aventura.
El Hlane Royal National Park se ubica al noreste del país cerca de la frontera con Mozambique y bien conectado por carreteras asfaltadas sorprendentemente en buen estado. Su acceso principal está en la carretera MR3 (justo en este punto). Nosotros llegamos desde Santa Lucía en aproximadamente 4 horas (incluyendo el trámite en la frontera) y al día siguiente pusimos rumbo al Kruger (Crocodile Bridge), recorrido que realizamos en 3 horitas aprox (incluyendo frontera y multa de tráfico jeje…).
En la entrada al parque tendrás que registrarte y pagar la tasa de 75 Rands por día/persona (se puede pagar en rands). Si cuentas con la Wild Card de Sudáfrica, este parque está incluido y no tendrás que pagar la tasa de acceso.
Los avistamientos empezaron en la misma puerta de entrada al parque: tras explicarnos cómo llegar al camp (que está al lado), la chica de recepción nos enseñó una pitón enrollada en el tejado (por suerte bastante lejos jeje) y un grupo de murciélagos. A partir de entonces escaneo visualmente cada tejado africano 😛 Y lo peor estaba por llegar: para entrar al camp teníamos que bajar del coche y empujar una valla. ¿What? Pero aquí hay leones, ¿no? (Spoiler: no están allí). Yo estaba un pelín cagada, por suerte Rober se ofreció voluntario (qué más remedio) y llegamos al campamento.
Allí nos dijeron que para hacer check-in había que esperar a las 14h y como faltaba menos de una horita decidimos hidratarnos con una cerveza local SIBEBE (es su nombre real, promocionando el alcoholismo) y organizar un poco la visita. Llegó la hora, entramos en nuestro hut y era tan molón que casi nos quedamos allí, pero por suerte ganamos a la pereza y salimos a explorar el parque con nuestro cochecito.
✓ Explorar por libre Hlane
La verdad es que la cosa no tiene mucho misterio: hay una carretera principal que cruza el parque desde el campamento hacia el norte (incluyendo otro portón que abrir bajando del coche) que recorrimos casi hasta el campamento satélite Bhubesi. Son unos 10 km en los que nosotros no vimos prácticamente nada, aparte de las primeras jirafas del viaje, que nos hicieron mucha ilusión y algún que otro antílope. Hay algunos caminos secundarios que van saliendo a ambos lados, pero su estado no era el mejor y preferimos no jugárnosla con el cochecito.
Ley de Murphy: tras comer polvo por el parque durante un par de horas, descubrimos que la zona que alberga más animales está pegada al propio campamento! Por suerte quedaban un par de horas para el atardecer y empezamos a seguir a un Jeep, y fue cuando pudimos ver rinocerontes súper cerca de la carretera, uno que se daba un baño de barro y que al salir se rascó el culete contra un árbol (como lo dejó, madre del amor hermoso).
También vimos facóqueros, elefantes, kudus y ñalas, pero no leones, ya que se encuentran en un sección restringida que sólo puede visitarse en safaris organizados.
No esperes una red organizada ni un mapa de carreteras al estilo Kruger, aquí hay una maraña de caminos que se van cruzando y por los que podrás circular si tu coche y las condiciones te lo permiten. Nos aconsejaron llegar hasta una charca de agua que hay al suroeste del campamento, pero ya se hacía tarde y preferimos regresar con el botín.
Además lo que nos esperaba tampoco sonaba mal: habíamos leído que muchos animales se acercaban al atardecer a la poza que hay frente al camp, así que para allá nos fuimos y ¡alaaaaa! Había un grupo de rinocerontes bebiendo, luego se acercó un elefante enooorme, también vimos un cocodrilo y hasta un grupo de 6-7 hipopótamos dándose un chapuzón. Fue de los momentazos del viaje! Y otra SiBebe para el cuerpo… total, por 1,5€…
✓ Game Drive al amanecer
El segundo Game Drive fue el que contratamos para el amanecer del día siguiente (20€ por persona aprox). El gran motivo fue poder ver los leones que mantienen en un área concreta y controlada, y a la que solo se puede acceder con un guía autorizado. Eso nos pareció raro en un principio y la sensación permaneció tras hacer el safari y ver dos leones preciosos, sin rastro de cicatrices y hasta mejor peinados que nosotros.
Al parecer los leones están “encerrados” en esta zona esencialmente por dos razones: proteger a los animales (evitan que entren en zonas pobladas, lo que podría ocasionar conflictos con las comunidades locales o situaciones peligrosas tanto para los animales como para las personas), y por supuesto para ofrecer una mejor experiencia a los visitantes (si hay una zona donde ver leones a la que solo se puede acceder previo pago de un game drive… seguro que muchos quieren apuntarse).
Otra razón podría ser que las vallas actúan como barreras físicas para desalentar la entrada de cazadores furtivos que buscan este tipo de piezas para lucrarse ilegalmente con sus partes o productos en el mercado negro. Esto tiene sentido, pero aislar a los leones de otros animales es cuanto menos sospechoso.
El Game Drive dura 2 horitas, incluye desayuno en una zona segura del parque y volvimos a ver rinocerontes, elefantes, un montonazo de pájaros raros, antílopes y los ya nombrados leones. Sin duda merece la pena, aunque es verdad que lo de la zona de los leones nos dejó algo chof.
Dónde alojarse en el Parque Nacional Hlane
Dentro del parque existe un gran campamento principal, el Ndlovu Camp, en el que teníamos claro que pasaríamos una noche. Cuenta con cabañas de diferentes tamaños, zonas ajardinadas muy cuidadas (en las que pastan libremente antílopes), y un restaurante que ofrece platos básicos a la carta a mediodía y buffet cerrado para la cena (cuesta unos 15€, las bebidas son baratas).
Es aquí donde se desarrollan todas las actividades del parque, desde donde salen los game drives y la base perfecta para explorar la reserva, pues como te dijimos antes, los animales suelen vivir en las proximidades. Puntazo a favor es que justo delante del camp hay una inmensa charca que atrae a numerosa vida salvaje, a apenas unos metros de ti.
Al norte está el Bhubesi Camp, en una ubicación más remota y tranquila, que ofrece casitas de obra tipo chalet bien equipadas, con agua caliente y electricidad.
Lo mejor es que se pueden reservar online a través de Booking, tal y como hicimos nosotros, a mejores precios que en la web del parque y sin complicación.
Nuestra cabaña
No habíamos ido aún al Kruger pero ya nos olíamos lo que se venía: el hut de Hlane fue de lejos el mejor de todo el viaje, y eso que no teníamos electricidad, aunque dejan unas lámparas de aceite para la noche.
Era precioso, cuidado, limpio y dormimos estupendamente (aunque un grupo de kudus cachondos no paraba de flitear a poca distancia de nuestra ventana jaja). Tienen baño privado, con agua caliente todo el día, y las camas están protegidas por mosquiteras. En serio, queremos volver YA! Os dejamos unas foticos del alojamiento. ¿Es o no es precioso?
Cruzar la frontera entre Sudáfrica y Esuatini
A priori puede preocupar un poco, pero el trámite es súper sencillo y no te llevará más de 10 minutos en cada lado de la frontera. El proceso básicamente es este: llegas al edificio de Sudáfrica, aparcas, entras a que te sellen la salida del país, subes al coche, recorres unos metros hasta el siguiente edificio, bajas, pagas una tasa de 100 R en la primera ventanilla (con tarjeta!), pasas a la siguiente, te sellan el pasaporte con la entrada de Esuatini, regresas al coche y ciao. Al entrar de nuevo a Sudáfrica es exactamente igual, pero sin tener que pagar ninguna tasa.
Recuerda comunicar a la empresa donde alquilas el coche que vas a visitar este país, así te darán los papeles necesarios para enseñar en la frontera (a nosotros no nos pidieron nada, pero siempre es bueno cumplir con las normas!). Conlleva un suplemento de entre 1.300 y 1.500 R.
Importante: en Esuatini puede que no funcione Google Maps en modo navegación, por lo que te recomendamos descargarte Maps.me con antelación. Descárgate también los mapas de Google Maps para usarlos offline ya que no tendrás internet en el teléfono.
⭐ Aquí te dejamos unos consejos para conducir y alquilar coche en Sudáfrica
Consejos para visitar el Parque Nacional Hlane
Por último, echa un vistazo a estas recomendaciones para hacer de tu visita al Hlane Royal National Park uno de los momentos más maravillosos de tu viaje:
- La mejor época para visitar Hlane Royal National Park es en la época seca, entre mayo y octubre.
- La entrada al parque cuesta 75 rands por día/persona pero si como nosotros tienes una Wild Card, tienes acceso libre.
- Si tienes una tarjeta SIM de Sudáfrica, no te va a funcionar en todo Esuatini. En el Ndlovu Camp hay wifi, pero es de pago (nos 50 R por 500 megas).
- La moneda de Esuatini se llama lilangeni pero aceptan el rand sudafricano al cambio 1=1.
- Es obligatorio estar en el campamento antes del atardecer: los portones se cierran diariamente a las 18:00 (abre a las 07:00).
- Cuando llegas a la recepción te darán un mapa un poco cutre y te informarán sobre las zonas que visitar por libre (recuerda que las mejores son las que están alrededor del camp) y te ofrecerán la posibilidad de apuntarte a un game drive (atardecer o amanecer). No dudes en hacerlo, son baratos y aprenderás mucho sobre animales!
- Es interesante llevar un powerbank para cargar los dispositivos móviles (nosotros tenemos este)
- Ojito con los límites de las carreteras: al salir dirección al Kruger nos multaron porque íbamos a 72 Km/h en una carretera que supuestamente estaba limitada a 60 Km/h (no había señales en ninguna parte y era una carretera principal donde normalmente el límite es 80-100). Damos por hecho que es un truquillo que los agentes locales hacen para recaudar dinero. La multa fue de 6€ aprox, más anécdota que otra cosa, pero tenlo en cuenta.
- Antes de dejar Esuatini echamos gasolina y resultó ser más barata que en Sudáfrica.
- Echa un vistazo a la web oficial del Hlane Royal National Park para más información.
Hasta aquí nuestra experiencia y consejos para visitar el Hlane Royal National Park, esperamos te sirvan y que puedas visitarlo pronto.
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