RUTA EN MOTO POR EL NORTE DE TAILANDIA. TERCERA ETAPA: LAMPANG

La razón principal de ir a Lampang fue coger el tren (parece una estupidez pero mira, así somos…). Nos quedamos con las ganas de hacerlo en Myanmar, así que aprovechamos que la distancia no era mucha para ir hasta esta ciudad. La idea era combinar en el mismo día el bus que llegaba a Chiang Mai, y salir desde allí en tren. Sin embargo, habían cancelado los trenes de la tarde, seguramente porque todas las líneas terminan en Bangkok, y tal y como está la situación con las inundaciones… así que empezamos a buscar alojamiento barato cerca de la estación de trenes de Chiang Mai, total vamos a estar solo una noche, nos conformamos con cualquier cosa…

Después de preguntar en una guesthouse que estaba llena, probamos con un señor hotel, de estos que se anuncian en las revistas, pues es el único que veíamos en la zona. Para nuestra sorpresa, costaba unos pocos bahts más que la guesthouse, y reservamos sin pensarlo dos veces. Esa tarde la pasamos entera metidos en la piscina, como unas dos horas bajo el sol dentro del agua. Que dura la vida del mochilero!

Al día siguiente nos despertamos para disfrutar de uno de esos desayunos buffets propios de los hoteles de negocios, con la idea de no escatimar en tostadas y huevos, no vaya a ser que el tren se estropee y no comamos ese día (pura mentalidad roñosa, aunque queda mejor decir mochilera). Finalmente tomamos el tren en tercera clase, junto a un grupo de estudiantes de secundaria la mar de simpáticos.

Después de pasar por varias aldeas, entre ellas una que se llamaba Pasao (hemos pasao por Pasao), llegamos a Lampang. La ciudad en si no tiene demasiado, algunos templos bonitos, para los que hay que pagar entrada, una calle con edificios históricos bastante desierta si no llegas en fin de semana pues es allí donde ponen el mercado de los sábados, un par de parques donde relajarse tomando un helado, y el típico mercado nocturno.

Para seguir la costumbre volvimos a alquilar una motillo, esta vez de las buenas, y rosita, como le gusta a Lety. Aquí no tuvimos problemas de gasolina, jeje. De templo en templo, y tiro por que me toca. En uno de ellos vimos subido a un cocotero a un hombre en plan Tarzán cortando los cocos que recogía otro hombre y amontonaba en el suelo. ¿Seguridad? Pues tenía atada una cuerda y al otro extremo de esta nada, mas bien parecía una cuerda para tirar de el por si le da por escaparse (que feo esto último).

Para terminar el día fuimos al concurrido restaurante Aroy One Baht, donde por 2,5 céntimos de euro tienes un platito de arroz hervido, el resto de platos no son tan baratos, pero por algo mas de dos euros y medio hemos cenado los dos. Comer en Tailandia es super barato! Lampang es un destino ideal para mochileros y para los que quieren conocer una Tailandia un poco menos turística de lo habitual…