Si estás buscando una escapada llena de cultura, sabores exóticos y un poquito de caos encantador, Marrakech es tu destino. En solo 3 días en Marrakech podrás perderte entre su laberíntica medina, tomar un té con menta en alguna de sus terrazas panorámicas, conocer mezquitas y escuelas coránicas y rematar el viaje respirando la brisa de la costa atlántica.
Esta antigua Ciudad Imperial, fundada por los almorávides allá por el año 1070, ha sido durante siglos un importante centro comercial y cultural. Por aquí pasaban muchas rutas comerciales que conectaban el lejano desierto del Sahara con el Mediterráneo. Su clima áspero y su ubicación remota no han impedido que Marrakech se convirtiera en un centro político y económico, y en una de las joyas de Marruecos. De sus años de esplendor hoy se conservan numerosos vestigios, como palacios, mezquitas, mercados y plazas como la famosa Jemaa el-Fna.
¿Tienes ganas de poner rumbo a la ciudad rosa de Marruecos? A continuación compartimos contigo nuestra ruta perfecta para aprovechar cada segundo del viaje de 3 días a Marrakech.
Contenido que vas a encontrar
Itinerario de Marrakech en 3 días
3 días en Marrakech es el tiempo perfecto para conocer sus principales encantos: palacios que parecen salir de un cuento de las Mil y unas noches, zocos repletos de tesoros y una oferta culinaria que atrapa al primer bocado. Para planear de forma perfecta el viaje, no dejes de leer nuestro post de 25 cosas que ver y hacer en Marrakech y el artículo de consejos para viajar a Marrakech (y no cagarla).
Lo mejor es que este destinazo se encuentra a un corto vuelo de distancia y está conectado con un buen número de ciudades españolas y europeas a través de vuelos lowcost. Además, hay webs que sacan geniales ofertas de viajes a Marrakech, así que ya no te quedan excusas para descubrir esta animada y exótica ciudad.
– Día 1 en Marrakech: explorando la Medina y sus tesoros –
Arrancamos el primer día del itinerario de 3 días en Marrakech en el epicentro del caos organizado de la ciudad: la plaza de Jemaa el-Fna. Este gigantesco espacio es un hervidero de vida, con vendedores, turistas, locales, cuentacuentos y mucho más. Pasar por aquí es disfrutar de un espectáculo al aire libre que nunca se hace aburrido y es todo un imprescindible de Marrakech.
A unos pasos de allí, la imponente Mezquita Koutoubia nos espera con su majestuoso minarete de 69 metros. Se construyó en el siglo XII y hoy en día es uno de los símbolos de Marrakech. Por desgracia, los no musulmanes no podemos acceder a su interior, pero pasear por sus alrededores y contemplar sus detalles arquitectónicos es suficiente para quedarnos boquiabiertos.
Es hora de conocer otro de los edificios más sorprendentes de Marrakech: el Palacio Bahía, y en esta ocasión sí que tendremos acceso a su lujoso interior. Entre sus patios infinitos y jardines fresquitos, podremos imaginar cómo vivía la élite marroquí en el siglo XIX. Spoiler: no se lo pasaban nada mal.
Llegados a este punto seguro que ya nos habrá entrado un poquito de hambre (y eso que los desayunos marroquíes no son para nada escasos). Nada mejor que una parada gastronómica para recargar energía en uno de los restaurantes donde comer en Marrakech que te recomendamos. Ojo, no te apalanques mucho, que aún nos quedan unas cuantas visitas entretenidas.
La primera será de ellas será en las Tumbas Saadíes, con una historia muy interesante (permanecieron ocultas y olvidadas durante más de 200 años!) y mosaicos alucinantes. Y antes de que anochezca, te proponemos subir a alguna de las mejores terrazas de Marrakech para disfrutar de una puesta de sol inolvidable, con esos colores rojizos inconfundibles de África y el canto de las mezquitas como banda sonora.
Por la noche, nada mejor que una cena en la Medina: ya sea en un restaurante tradicional, donde un buen tajine nos llenará el alma (y la barriga) o tomando algo más frugal en algún puesto callejero. ¡Y a dormir temprano, que mañana nos espera otro gran día de la ruta en Marrakech!
– Día 2 en Marrakech: jardines, madrazas y regateo –
El segundo día del itinerario de Marrakech empieza en uno de los lugares más bonitos de la ciudad: el Jardín Majorelle. Diseñado por el pintor francés Jacques Majorelle en los años 20, se hizo popular a raíz de que en 1980, Yves Saint Laurent y su pareja Pierre Bergé, adquirieron el jardín para preservarlo, ya que estaba en peligro de ser demolido. Ellos restauraron el jardín a su antigua gloria y le dieron un toque de su elegancia personal.
Lo primero que llama la atención es el azul cobalto intenso que domina el lugar. Este color, conocido como «azul Majorelle», es casi hipnótico y se combina con verdes exuberantes, creando un contraste espectacular. Recuerda reservar con adelanto las entradas, ya que es una de las visitas más importantes de la ciudad. Más info en su web oficial.
Por la tarde, tras la parada obligatoria para comer (¿te hemos dicho que nos encanta la comida marroquí?), cambiamos de tercio y nos vamos a la Medersa Ben Youssef, una antigua escuela coránica con una arquitectura que quita el aliento. Abre bien los ojos porque en el trayecto hasta aquí encontrarás rinconcitos peculiares y momentos divertidos (y algo caóticos).
Ya que estamos en modo explorador, toca perderse por los laberintos de los zocos. Prepara tus habilidades para regatear porque las necesitarás. Entre sus innumerables puestos vas a poder ver desde alfombras hasta especias, desde ropa deportiva a pintalabios mágicos… Y todo pide a gritos que lo llevemos a casa.
Para cerrar el día, nada como una cena en la terraza de un restaurante con vistas, por ejemplo en la Plaza de Jemaa el-Fna, para nosotros uno de los planes más disfrutones ¡Como mola Marrakech!
– Día 3 en Marrakech: escapada a Essaouira –
El último día nos alejamos del ajetreo de Marrakech y nos vamos de excursión a la costa. Essaouira es como un bálsamo para el alma después de la intensidad de la medina. Este pueblecito costero con alma portuguesa tiene un rollo bohemio que nos va a encantar.
Podemos pasear por sus murallas, disfrutar de las vistas del Atlántico y explorar la medina, que es Patrimonio de la Humanidad. Y claro, ¡comer pescado fresco en el puerto es obligatorio! Las playas son perfectas para un paseo relajado (o una mini siesta al sol), y si somos más de arte, no faltan las galerías y talleres de artesanos donde descubrir joyas hechas en madera o cerámica.
Para llegar hasta allí tienes la opción de reservar una excursión de un día desde Marrakech o bien, si cuentas con un día extra, te recomendamos quedarte a dormir allí, ya que merece mucho la pena pasear por la tarde-noche, cuando la mayoría de turistas ya han regresado a Marrakech.
Ya lo viste: nuestra ruta de 3 días en Marrakech da para mucho, así que solo necesitas reservar el vuelo, alquilar un bonito riad, entrenar tus dotes de regateador profesional y salir rumbo a Marruecos! ¿Conoces más cosas que ver 3 días en Marrakech? ¡Somos todos oídos!
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