Housesitting en el Algarve (Portugal)

Encontrar un housesitting en Europa nos resultó algo más difícil que en Nueva Zelanda… pero como siempre, quien la sigue la consigue y a principio de junio ya estábamos cargando las mochilas en nuestro coche con un nuevo destino: el Algarve.

Unos días antes hicimos un Skype con Tom, el propietario de la casa que queríamos cuidar, bueno, la casa y dos perritos la mar de majos: Rocky y Pegs. La primera impresión fue buena así que tras una decena de minutos charlando nos dijo lo que queríamos oír: íbamos a ser sus housesitters! La casa que cuidamos se encuentra en Algoz, un pequeño pueblo del Agarve a unos 15 km de Albufeira. El sur de Portugal era uno de nuestros destinos soñados para este verano así que sí, tuvimos suerte 🙂

Tras cruzar toooda Andalucía de este a oeste y entrar en Portugal, llegamos a Algoz, donde Tom, Ismay, Rocky y Pegs nos estaban esperando. Seguro a que a todos nos pasó alguna vez cuando tienes que encontrarte por primera vez con una mascota (la de tu nueva pareja, la de tu colega, la de algún familiar… la que tienes que cuidar las próximas semanas!), ese primer contacto con ellos es como una cita a ciega: ¿nos ladrarán? ¿les gustaremos? ¿haremos buenas migas?. En nuestro caso la cita a ciegas con las dos bolas de pelo que cuidaríamos fue genial: Rocky y Pegs son dos perros muy diferentes pero muy, muy majos y cariñosos.

Con los propietarios también hubo buen feeling, así que nos relajamos rápido! Eso sí, en cuanto llegamos a la cocina nos dimos cuenta de que no íbamos a cuidar solo perros… y es que había una jaula con dos canarios cantarines (vamos, que Tom se olvidó de ellos, tanto que creemos que ni siquiera tienen nombre).

La casa era muy chula, rodeada de campos de naranjas, con un jardín bien majo con huertecitas llenas de pepinos, tomates, fresas, limones y judías -de lo que dimos buena cuenta durante nuestra estancia- y mucho espacio para los perros. Pero lo mejor estaba detrás de la casa: una piscina genial donde pasar las tardes: olé!

Como en el caso de nuestro segundo housesitting, cuando Rosie y Gogo se presentaron, vamos dejar paso a Rocky y Pegs:

ROCKY

Hola, soy Rocky, tengo 14 años y una gran pasión: dormir. Me encanta estar tumbado tooooda la tarde, eso sí, tiene que haber alguien a mi alrededor porque me da miedo estar solo.

Dormir me apasiona más que comer (no entiendo por qué siguen dándome croquetitas con pollo y salchichitas cuando yo solo quiero dormir, y como mucho relamer el plato de mis housesitters), decía… dormir me apasiona, pero solo hasta las 6 de la mañana, cuando voy directo a despertar a Rober y Lety para hacer lo que segundo que más me gusta en el mundo: el paseo mañanero! Buah, como lo disfruto! Y si estos dos no quieren levantarse me acerco a su nariz y le hecho todo el alientaco en la cara… suele funcionar.

En cuanto el listillo de Pegs se da cuenta de que ya estamos todos despiertos, se sube a la cama de mis housesitters y comienza a recibir mimos y masajitos. Tss, a mi me resulta algo más complicado subir, soy más viejo y peso bastante más, pero sin ración de mimos no me voy a quedar y ala: con un saltito me subo a la cama y aplasto a to’ lo que pillo.

Tras el paseo nos toca sesión de cepillado, otra cosa que disfruto mucho, es como ir a un SPA, relaxing, relaxing. Aunque el mejor servicio SPA es el que Pegs me hace cada tarde cuando viene y me chupa la oreja, que regustín!

Solo salgo de casa cuando mis housesitters salen conmigo, con Pegs solo no voy… que está muy loco y te mete en peleas cuando menos te lo esperas. Además yo donde mejor estoy es en el salón, con la tele de fondo, tumbadito en mi colchón y con Rober y Lety que me dan mimitos. Aunque soy muy tímido y me cuesta tomar confianza al principio, soy el perrito más bueno del mundo y una vez que empiezo a quererte lo haré para siempre!

PEGS

Hola soy Pegs y aunque mis housesitters digan que parezco una chica, soy todo un machote, para reafirmarlo cada vez que puedo saco la pichilla. Aún así estos de mochileando, a veces, me siguen hablando en femenino, hay que joderse. Tengo 12 añitos pero mi espíritu es de un chavalín. Si a mi hermano Rocky le encanta dormir, yo adoro ir a explorar el jardín en busca de ratas. Cuando puedo las cazo y las dejo para que los lelos de mis cuidadores las recojan (yo mientras me río al ver sus cara de asco, jiji), aunque en ocasiones me muerden el labio, pero nada serio, yo no me preocupo. Suerte que cuando pasó mis housesitters me cuidaron mucho mucho… ¿ves? Siempre hay algo positivo!

Lo que peor llevo es quedarme solo, cuando Rober y Lety se van me pongo a llorar, yo intento ladrar como los perros mayores pero no me sale… entonces lloro. Pero estos tienen el corazón de una piedra y se van igual. Por lo menos nos dejan unas croquetitas muy ricas antes de irse. Ohhh la comida, mmm, esto sí que me gusta. Lo mejor de todo es que Rocky come poquito, así que si tengo suerte y nadie me ve, puedo comer doble ración de pollo, que rico está!

A veces me tiro peditos y en cuanto Lety se da cuenta me río. Le da asquito pero me pongo mimoso y se vuelve loca de amor. Luego saco un poco de pito y le vuelve a dar asco. Esta chica es muy tiquismiquis. A Rober no le saco el pito, juego a morderle la mano cuando me da mimos, estamos allí los dos gruñendo como dos tontorrones, nos lo pasamos bien. ¡Como mola el housesitting!

Un día, a las 6 de la mañana, comencé a ladrar como un loco y es que había un búho enooorme en en jardín. Lety bajó a ver que pasaba, estaba un poco acojonada porque tenia miedo de que fuese un ladrón o un alien, pero en cuanto vio el búho se quedó de piedra… dijo que era suuuper bonito. Yo más que bonito creo que estaba bueno… pero como no me dejó salir, me quedé con las ganas de comérmelo. Era más grande que yo pero las dimensiones no cuentan. O eso dicen.

Uhhh acabo de ver una rata, voy a por ella, adiiooooooos.

Vamos a echarlos muchísimo de menos y es que, tras cuidar a seres tan buenos y con tanto cariño dentro, solo puedes quererlos como si fueran una parte importante de tu vida. Hasta la vista amigos.

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