Tarde o temprano tenía que pasar. Llevamos más de medio año con la furgoneta y son contadas las ocasiones en que el depósito está medio lleno. Pero todas las veces justo cuando nos salta el piloto de «reserva» milagrosamente encontramos una gasolinera. Todas las veces menos una… esta…
En realidad si que econtramos una gasolinera a mitad de camino, simplemente la decidimos saltar, y todo por una «pie» de carne y queso. La historia fue asi…
Un cupón de una tarta gratis en nuestras manos, que de racanos tenemos tela, influye tanto como Florentino en los árbitros (si es que ya se me ha pegado hasta la teoría conspiranóica culé). Pues este nos cayó, no recuerdo bien como, y ahí lo teniamos, reservado para una gasolinera de la marca «Z», donde, con un gasto de 50 dolares, nos regalarían un exquisita tarta de carne y queso. Si ya lo dijo mi amigo Medina, todo lo que es gratis es bueno.
En mitad de camino, contemplando los preciosos paisajes del interior de la isla sur de Nueva Zelanda nos dió por mirar el depósito… menos de un cuarto. Yo, que de número ando bien, pero de racano más, ajusto los cálculos y me dan sobradamente para llegar hasta el destino: Westport (ahora reconozco que ese «sobradamente» que le dije a Lety con la boca bien llena sería con un margen de no más de 10 km, sin ni siquiera saber cuantos podríamos hacer en reserva).
Total que Lety confió en mi y decidimos tirar para adelante y dejar atrás la gasolinera de la marca «Mobil» porque claro, ¿qué nos ofrecían ellos? ¿Solo gasolina? En realidad lo que nos ofrecian era la seguridad de llegar hasta destino, pues era la última gasolinera en los proximos 100 kilómetros. Pero esto no lo sabriamos hasta el final del viaje.
Seguimos la ruta, con el piloto de reserva cada vez mas naranja, esperando llegar a un pueblecito con estas gasolineras que parecen sacadas de las peliculas de los años 50, pero lo único que encontramos son montañas, rios y una desolación total! Mirando el mapa vemos que ya no quedan poblaciones con puntos gordos, asi que nos toca cambiar la táctica: reducimos la velocidad hasta una media de 50 km/h, rezando por no encontrarnos ninguna subida y planteandonos si con los cuchillos que llevamos podremos cazar algo en mitad del bosque para cenar… total ya asumimos que nos quedaríamos tirados.
Cada vez se hace más de noche, ya hemos pasado los 50 kilómetros en reserva y no sabemos hasta donde alcanzará, pero nos vamos acercando a Westport y nuestra esperanza empieza a recobrarse, mira que si llegamos podemos entrar en el libro guinness de los records (no por hacer el mayor numero de kilómetros en reserva sino por ser los tios más cretinos del mundo).
10 km, 5 km, 3 km… reducimos a 40 km/h. Los coches nos adelantan, nos miran mal, nos insultan, nos escupen… pero a nosotros nos da igual! Vemos al fondo una ciudad, una ciudad con gasolinera! Una gasolinera! Una gasolinera con la gasolina más cara de toda Nueva Zelanda! Y ademas no es de la marca «Z»… asi que echamos lo mínimo y esperamos llegar a otra ciudad también en reserva… que noooooo! En realidad no llenamos el depósito, pero pusimos lo suficiente como para seguir el trayecto al día siguiente por la West Coast.
Asi que, de lo que tendría que haber sido un día tranquilo, sin sobresaltos y aburrido se convirtió en el día en el que casi nos quedamos tirados sin gasolina en Nueva Zelanda, y todo por una pie de carne y queso…Bonus track. Al día siguiente
encontramos nuestra deseada gasolinera de «Z» y pudimos disfrutar de
esta estupenda pie, quizás la que mejor y peor nos supo a la vez…
encontramos nuestra deseada gasolinera de «Z» y pudimos disfrutar de
esta estupenda pie, quizás la que mejor y peor nos supo a la vez…
INFO ÚTIL
Donde dormir
En Westport lo hicimos en un parkin que hay detras del i-Site. Eramos los únicos y a medianoche llegaron un grupo de locales a hacer botellón, aunque no nos molestaron demasiado. Hay unos baños de obra abiertos 24 horas.
Recorrido
4 comentarios en “DESVENTURA: POR UNA "PIE" DE CARNE Y QUESO”
Pero vaya telaaaaaaaaaa todo por un pastel jajajaja xDDD pero que buenos sois jeje
Si nos preguntas si lo volveriamos a hacer… seguro que te preguntamos que de que es el pie! Jaja… si es que no aprendemos! Un besooooo
Anda que si os quedáis tirados por culpa una pie… Lo pasaríais mal en el momento pero me he reído mucho leyéndolo XD.
¡un abrazo!
Te juro que lo pasamos mal de narices! Por la carretera es que no habia nada! Ni una casita, ni un coche… nada!! Uff de la que nos libramos!