Estrenamos sección: desventuras… porque no solo pasan cosas glamurosas en los viajes, ni todo es tan sencillo como parece. Y si a ello sumas dos patosos como nosotros, las probabilidades de que algo tragi-cómico suceda aumentan muuucho! De esta primera solo os adelanto que tiene su morbo….
Nos ponemos en situación… Lugar: aldea perdida por las montañas de Myanmar, Dios solo sabe donde estábamos.
Lo que pasó (versión de Roberto)
Me levanté en el corazón de la noche con un apretón… vamos que las primeras semanas asiáticas estaban allí, presionando el curso normal de las cosas, o lo que traducido sería que me estaba cagando la pata abajo.
Problema: estábamos en la casa de una familia del pueblo. No había baño, ni había papel higiénico. Pero como el último superviviente y gracias a ver tanto Frank de la Jungla supe lo que tenía que hacer: “no tendré vater pero tengo un campo entero!”.
Me escapé de la improvisada cama de mantas y con la agilidad y gracia de un elefante cojo salí en mitad de la noche a buscar un lugar en medio del campo y me apresuré a hacer lo que tenía que hacer. No sé como nadie se despertó! Suerte que las hojas del campo me ayudaron en la labor…
A la mañana siguiente descubrí que una sanguijuela había aprovechado el momento más oportuno y se me había subido en la zona ejem ejem del calzoncillo. Disgustado le conté lo que pasó a Lety, que con cara incrédula y asqueada dejó de hablarme. Mujeres!
Lo que pasó (versión de Lety)
Seguro que lo tenía todo planeado. La habrá visto cuando dimos un paseo por el pueblo. Y claro, su piel rojita le llamó la atención. Ni apretón ni ná! Esperó a que me durmiera, y sin hacer el mínimo ruido, dejó su cama y a su novia para lanzarse en sus brazos, bueno técnicamente la muy guarra no tiene brazos!
Seguro que se pusieron a mirar las estrellas antes de que todo pasara. Estoy segura: hubo sexo oral! Se le quedó enganchada toda la noche: vale, fue solo sexo. Pero ¿se puede perdonar una traición como esa?!
Fíate tu de las sanguijuelas! De SAN no tenéis nada pedazo de guarras!!!
4 comentarios en “Desventuras viajeras: la san-guijuela”
Ostras, menuda anécdota!!! Es que el roberto es mu raro, ya lo sabemos todos. El tío se fue pensando en lo del turismo sexual y no se le ocurrió otra cosa que ponerse toda una sanguijuela en el paquete. Hay que ser bestia para semejante locura. Desde entonces se rumorea que lety no ha querido saber nada de rober en las artes amatorias xDDDD
jaja hay que ver la guarra como se puso!!! y yo allí durmiendo tranquila mientras los dos estos miraban las estrellas en el campo… eso sí, a la mañana siguiente ver la cara de rober cuando descubria con quien habia pasado la noche…mereció tener cuernos jaja
jajajajaja
Me parto con vosotros!!! Jajaja. Me encantan las dos versiones! 😀 Jajajaja. Y las fotos son lo más!!
Un abrazo, locos!!