CHOQUES CULTURALES: LAS CASAS DE ESPÍRITUS DE TAILANDIA

En nuestro primer viaje a Tailandia nos fijamos, entre un pad thai y otro, que algo raro pasaba. Y no hablamos de los bucket de alcohol, bueno, también son rarotes, pero esto os lo contaremos en otra ocasión! Fuera de cada casa y de cada negocio hay unas casitas super monas donde todas las mañanas se colocan ofrendas de flores, comida, bebidas, cigarrillos, postres… ¿te has preguntado alguna vez qué son? Pues, flipa, porque  son las conocidas como “casas de espíritus”.

Al principio creíamos que eran casitas para pitufos o enanitos, pero en cuanto nos dejamos de tonterías y pusimos el cerebro en funcionamiento llegamos a la conclusión de que podían ser una especie de “altares” en honor a los antepasados. Pero no es exactamente así: estas casas son para los espíritus que vivían anteriormente en ese hogar o negocio, una especie de “regalo” para estar en paz con ellos. Vamos, para tenerlos contentos y que no te hagan la vida imposible por haber ocupado su sitio!

Las hay de colores chillones, de madera, de cemento, de espejitos… para todos los gustos, y la verdad es que son muy bonitas.

Aquí lo dejo, dentro de 147 años, cuando seamos espíritus, nuestro futuro compañero de piso ha de saber que nos tendrá que dejar cada mañana coca cola (mejor de vainilla), bocadillos de nutella (nocilla no!) y un bocata de jamón y queso (también nos vale bikini), si no le apagaremos la tele justo antes de las acciones de gol y las expulsiones de GH, consumiremos todo el agua caliente y se tendrá que duchar con agua fría, les cambiaremos el azúcar por sal, le acabaremos los megas de internet del móvil, les modificaremos los nombres de los archivos del ordenador, gritaremos con su voz el nombre de su ex cuando esté con su novi@, le pondremos pegamento en la pasta de dientes y haremos desaparecer  el papel higiénico en los momentos de más necesidad.

Amén

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