Visita a las plantaciones de té de Cameron Highlands

En Asia hace calor, mucho calor, y si quitamos algún caso excepcional (Hanoi), hemos vivido durante  seis meses con una media de 25 o 30 grados y una humedad pegajosa. Entonces, cuando leímos que en Malasia hay una zona perdida por los montes, plantaciones de té, fresas y con aire fresquito y temperaturas que no suben los 20 grados, no nos lo hemos pensado dos veces: Cameron Highlands ahí vamos.

Llegados a la ciudad de Tanah Rata hemos empezado a buscar un tour para visitar la zona, pero vaya, después de unos minutos y ver el circo que tienen montado no tenemos dudas, nos vamos a una plantación por libre. A la mañana siguiente pillamos un bus local que nos dejo a unos 2,5 kilómetros de la plantación a la cual llegamos caminando entre campos de té y acompañados solos por el sol… un bonito paseo.

Los paisajes son de fabula, clima fresquito y llegados a la aldea donde viven los trabajadores de la plantación hemos encontrado un parque infantil, y como no, no nos hemos podido resistir a la tentación de subir al columpio. Estuvimos danzando hasta que una mujer salió de su casa y nos grito: BABIES!. Claro, nosotros nos disculpamos creyendo que la mujer nos quería decir: “viejos gordos guiris, bajar del columpio que no tenéis edad para eso”. Pero nos volvió a llamar de nuevo cuando nos íbamos e insistía con el BABIES… pues vamos a ver que quiere… entramos en su casa y sorpresa! Era una guardería. Dos gemelitos de unos meses y una guapísima niña nos miraban boquiabiertos, y de repente de un saquito colgado aparece la carita de un niño recién levantado, como él habría otros 5 o 6 gusanitos de seda colgando. Un rato divertidísimo.

Volviendo a la Guest house intentamos hacer autostop, pero vaya no tuvimos éxito, habrá sido la camiseta del mono de Roby? Así que de nuevo en bus y a comer indio en el pueblo (que buena esta la comida india por favor!).