Con sus ciudades Patrimonio de la Humanidad, bosques vírgenes, castillos medievales y playas infinitas de arena blanca, los Países Bálticos ofrecen inacabables planes para todo tipo de viajero. Para que no te pierdas sus mayores atractivos, en este artículo te contamos cuáles son los 10 imprescindibles que ver y que hacer en los Países Bálticos. Ten a mano un mapa porque te toca ir apuntando tus próximos destinos!
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Qué ver en los Países Bálticos
Pero no corramos demasiado, antes hay que aclarar cuáles son exactamente los Países Bálticos (o Repúblicas Bálticas). Con este término generalmente nos referimos a las ex-repúblicas soviéticas de Estonia, Letonia y Lituania. Sin embargo, debido a la cercanía y a lo apetecibles que son destinos como Finlandia, Suecia o Dinamarca, a menudo un viaje por los Países Bálticos se amplía con una o varias escapadas a ciudades como Helsinki, Estocolmo o Copenhague (así que no te extrañe si en el post encuentras “referencias escandinavas”).
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Aclarado eso, vamos desvelarte cuáles son las mejores cosas que hacer y que ver en los Países Bálticos:
1. Tallin (Estonia)
Empezamos con el destino que más nos cautivó en nuestra ruta por las Repúblicas Bálticas. La capital de Estonia es una de esas ciudades que podrían inspirar una película de Disney. Con sus cúpulas en forma de cebolla tan típicas de las catedrales ortodoxas, su casco histórico medieval repleto de torres de vigilancia, sus murallas y edificios de otra época, es el escenario perfecto de cualquier historia con reminiscencias pasadas.
Pero la ciudad late con fuerza y avanza en un mundo cada vez más digitalizado. De hecho, ¿sabías que en Estonia se fundaron empresas como Skype o Transferwise y que Tallin es uno de los mejores destinos para nómadas digitales?
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2. Riga (Letonia)
La capital de Letonia es un destino todavía semidesconocido y que no demasiados viajeros incluyen en sus planes. Nosotros esperábamos un sitio gris y sin encanto y resultó ser una ciudad agradable, sorprendente (¿sabías que es la ciudad con más edificios Art Nouveau de todo el mundo?) y con un buen puñado de puntos de interés que nos parecieron absolutamente esplendorosos. Entre ellos la histórica Casa de los Cabezas Negras, construida por una hermandad de jóvenes comerciantes en el siglo XIV en pleno corazón de Riga.
Sin embargo el lugar que más nos llamó la atención fue el Mercado Central, ubicado ni más ni menos que en el interior de antiguos hangares militares que los alemanes utilizaban para guardar sus zepelines.
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3. Vilna (Lituania)
Saltamos de capital en capital, y esta vez aterrizamos en Lituania. De las tres que forman los Países Bálticos, Vilna podría ser la que a priori menos encanto desprende. No tiene ni la magia de Tallin ni las peculiaridades de Riga, sin embargo Vilna es una ciudad que merece una visita, aunque sea de unas poquitas horas, en tu ruta por aquí.
Algunos de los planes más destacados en Vilna son pasear por las animadas calles Pilies y Didžioji, contemplar la Plaza del Ayuntamiento, conocer algunas de sus muchas iglesias, subir a la Colina de las 3 Cruces o visitar el Museo Nacional de Lituania, pero te aseguramos que hay muchas más 😉
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4. Hacer un crucero
Si se te da bien la geografía sabrás que frente a las costas de estos tres países, al otro lado del Mar Báltico, se encuentran destinos tan sugerentes como Helsinki, Estocolmo o Turku. Y una de las formas más divertidas y románticas de unir estas dos regiones será en un mini-crucerito. De hecho, nosotros llegamos a Tallin con un crucero de un día desde Helsinki (plan bueno, bonito y barato).
Lo mejor de todo es que existen varias rutas para ir saltando de una ciudad a otra a través del mar, por lo que una de las mejores cosas que hacer en los Países Bálticos y de las más originales será aprovechar la cercanía con Escandinavia para realizar alguno de los mini cruceros sostenibles que navegan por ambas zonas.
La naviera Viking Line ofrece cruceros de 1-3 noches a muy buenos precios, perfectos para saborear la esencia del norte de Europa, y nos parece un plan genial si quieres alternar turismo cultural en ciudades interesantes con unos días relajados sintiéndote un lobo de mar. Además esta compañía está implicada con el medio ambiente, de hecho, su Viking Glory (que funciona con gas licuado) es considerado uno de los barcos más sostenibles del mundo.
Algunas de las rutas más populares son estas:
- Tallin ↔ Helsinki
- Tallin ↔ Estocolmo
- Estocolmo ↔ Turku
- Estocolmo ↔ Mariehamn
5. Comer, de lo mejor que hacer en las Repúblicas Bálticas
Los países bálticos cuentan con raíces gastronómicas e influencias comunes: al estar bañados por el Mar Báltico el pescado es la base de muchas recetas tradicionales (especialmente el pescado ahumado), aunque también hay una gran variedad de sopas y otros platos con productos de la huerta como la patata. Aquí van un puñado de platos que deberías probar durante tu viaje:
› Cepelinai, uno de los platos nacionales de Lituania, se trata de unos dumplings de patata rellenos de queso o carne y acompañados por salsa de crema agria. El nombre se debe a que su forma recuerda los zepelines.
› Bulviniai blynai, tortitas de patatas ralladas, cebollas y huevos, que personalmente comeríamos todos los días XD.
› Aukstā zup, es una sopa fría que se prepara con remolacha (parecida al borsht ruso), ideal para el verano.
› Frikadellisupp, otra sopa, ésta caliente, de caldo y albóndigas.
› Pelmeni, típicos de toda la zona este de Europa, son unos raviolis rellenos de carne, queso tipo requesón, pescado o patatas/verduras.
6. Kaunas (Lituania)
La segunda ciudad más grande de Lituania es otra de las paradas que no pueden faltar en esta ruta. Históricamente tiene mucha importancia, basta pensar que en su día fue capital del país. Destaca su casco histórico, repleto de placitas, calles adoquinadas y, cómo no, un solemne castillo que se edificó en el siglo XIV para proteger la ciudad de posibles ataques cruzados.
Curiosidad: se dice que Kaunas es la ciudad lituana más lituana de todas.
7. Castillo de Trakai (Lituania)
Aunque si hablamos de castillo no podemos olvidarnos del Castillo medieval de Trakai, sin duda uno de los lugares con más encanto de Lituania y de las Repúblicas Bálticas. Imponente y orgulloso, se levanta en una isla del lago Galvé y ofrece una de las postales más icónicas de la zona.
Lo mejor es que llegar aquí es muy sencillito: solo tendrás que subirte a un bus desde Vilna o apuntarte a un tour como este. Trakai está a unos 40 minutos de la capital, por lo que sería una verdadera lástima perdértelo.
8. Jurmala (Letonia)
Jurmala, el sitio donde el cielo y el agua del Báltico se funden perfectamente, te dará la bienvenida con una fresca brisa marina y una ciudad pequeñita pero ideal para pasar unos días tranquilos. Además se encuentra muy cerca de Riga por lo que resulta ser una de las mejores excursiones que se pueden hacer desde la capital de Letonia.
Si viajas en verano que no se te olvide la toalla, las chanclas y el bañador ya que se trata de una ciudad-balneario reconocida ya en la época la URRS, así que darte un chapuzón va a ser uno de los highlights de tu viaje por los Países Bálticos. En cambio, si viajas en invierno, experimentarás la furia, la fuerza y la potencia incontrolable del Báltico helado. ¿Con qué plan te quedas?
9. Istmo de Curlandia (Lituania)
¿Sabías que las dunas más grandes de Europa se encuentran al ladito del Mar Báltico? Las puedes ver en el Istmo de Curlandia (Kuršių Nerija), una larga lengua de arena de 98 km que separa el lago de Curlandia del mar. Es tan extensa que ocupa dos países: Lituania y Rusia (Kalingrado). El ancho del istmo varía entre 400 metros y 4 km.
Más allá de la singularidad de este Parque Nacional, aquí puedes visitar tranquilos y sosegados pueblos como Pervalka, Preila, Juodkrante y Nida, pasear por bosques de pinos, pisar playas y dunas y disfrutar de uno o varios días diferentes y entretenidos.
10. Parque Nacional Lahemaa (Estonia)
Acabamos nuestro listado de los imprescindibles de las Repúblicas Bálticas con el Parque Nacional Lahemaa, ubicado en el litoral norteño de Estonia a unos 70km de la capital Tallin. En 1971 fue declarado Parque Nacional ¡el primero de toda la Unión Soviética! Esto ya te hace entender la belleza natural y la importancia del lugar…
Su nombre significa “Tierra de Bahías” y cuenta con más de 700 km² repletos de ríos, humedales, bosques de pinos, playas y rutas donde los amantes del senderismo podrán respirar un aire tan puro que casi duele. Uno de los senderos más populares es el Viru Raba, una ruta circular de unos 6 km que a través de pasarelas de madera te llevará a conocer pantanos, torres de observación y paisajes encantados.
Este es nuestro top 10 con los imprescindibles que ver en los Países Bálticos, pero como te adelantamos, por el camino nos hemos dejado unas cuantas joyas que seguro se merecen su lugar. ¿Conoces otros lugares que visitar en los Países Bálticos? ¿Cuáles son tus favoritos?
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